Tu hijo no debería roncar         ndrome de apneadel sueñoinfantil 

10.01.2018

"¿No es normal que mi hijo ronque?"- nos preguntan muchos padres en la práctica diaria. La respuesta es NO. Todos los niños que roncan presentan consecuencias en numerosas áreas del desarrollo y que se agravarán o reducirán en función de una intervención temprana.

Se sabe que aproximadamente 10% de los niños roncan y 2-3% tienen una enfermedad clínicamente detectable. El problema es que muchos niños pueden estar sufriendo Síndrome de Apnea del Sueño, sin que lo sepamos. Esta diferencia es importante de entender porque juega un papel esencial en el desarrollo. 

La apnea obstructiva del sueño infantil se caracteriza por: 

  • - Alteraciones en el sueño (pesadillas, terrores, insomnio...)
  • - Somnolencia diurna
  • - Problemas de comportamiento y concentración (especialmente en la escuela)
  • - Exceso de actividad motora (conducta "hiperactiva")
  • - Enuresis nocturna resistente al tratamiento
  • - Alteraciones emocionales
  • - Hipercolesterolemia para la edad.
  • - Otitis media aguda y/o infecciones de la vía aérea superior recurrentes.
  • Asma/rinitis alérgica.
  • Historia familiar de roncopatía (un progenitor o tres familiares cercanos).
  • Historia de prematuridad.

Todo niño roncador habitual que presente más de cuatro alteraciones de las mencionadas, más de tres noches a la semana por más de tres semanas seguidas, sin presentar infección de las vías respiratorias superiores, deberá consultar con el especialista en ORL y su derivación a la Unidad de Sueño correspondiente.

Terapia miofuncional orofacial - el papel del logopeda

Los trastornos miofuncionales orofaciales (OMD) son trastornos de los músculos implicados en la respiración, masticación, deglución, habla y articulación. Estos trastornos son el resultado de una función muscular alterada.

La terapia miofuncional (TMO) es un tratamiento que involucra series de ejercicios sin dolor. El enfoque radica en que, una vez que los músculos faciales se activan y equilibran, se puede rehabilitar la función alterada. El tratamiento es una práctica diaria individualizada que normalmente se lleva a cabo con la ayuda de los padres, de 6 a 12 meses.